En la plaza del ayuntamiento de Sanchidrián se vivió una auténtica romería. Música de gaita, sidra, vino y una selección de productos asturianos sirvieron para convertir por unas horas este pueblo abulense en una fiesta asturiana. Antonio Esteban desempolvó su gaita y nos trajo un nutrido repertorio del folklore regional. Desde que comenzó la etapa, él y Cándido González, ambos trabajadores de la Central Térmica en Avilés, alegraron la marcha.
Durante la improvisada fiesta, en la plaza se instalaron las pipas de sidra y se consumieron empanadas, casadielles, filetes de carne a la plancha y otros productos asturianos traídos expresamente desde Avilés por el Grupo de Montaña Ensidesa y por los currantes de la Central Térmica, donados por diversos establecimientos de la villa. “En el pozo María Luisa…” anunció la visita de los secretarios generales del SOMA-UGT, José Ángel Fernández Villa y de CC.OO de la minería, Antonio Hevia. La interpretación de infinidad de canciones demandadas por los presentes a nuestros gaiteros particulares, no pudieron por menos que emocionar a los que faltamos de Asturias desde el día 9 de octubre viviendo en la carretera.
Menudo disgusto se habrían llevado en Sanchidrián si como en un principio estaba previsto, la marcha de hierro pasase de largo. Al carecer el pueblo de infraestructura para acoplar a tanta gente, se pensó en el traslado, bien en volver a Arévalo o acercarse a El Espinar. Al tener conocimiento de este problema, todo el pueblo se puso a nuestra disposición. Ofrecieron alojamiento en domicilios particulares, se suspendieron las clases y ocupamos las escuelas. Lo mismo pasó con l
a casa de Cultura y salas en el Ayuntamiento, que fueron acondicionados para alojar alguno de los grupos que formamos.
Durante la improvisada fiesta, en la plaza se instalaron las pipas de sidra y se consumieron empanadas, casadielles, filetes de carne a la plancha y otros productos asturianos traídos expresamente desde Avilés por el Grupo de Montaña Ensidesa y por los currantes de la Central Térmica, donados por diversos establecimientos de la villa. “En el pozo María Luisa…” anunció la visita de los secretarios generales del SOMA-UGT, José Ángel Fernández Villa y de CC.OO de la minería, Antonio Hevia. La interpretación de infinidad de canciones demandadas por los presentes a nuestros gaiteros particulares, no pudieron por menos que emocionar a los que faltamos de Asturias desde el día 9 de octubre viviendo en la carretera.
Menudo disgusto se habrían llevado en Sanchidrián si como en un principio estaba previsto, la marcha de hierro pasase de largo. Al carecer el pueblo de infraestructura para acoplar a tanta gente, se pensó en el traslado, bien en volver a Arévalo o acercarse a El Espinar. Al tener conocimiento de este problema, todo el pueblo se puso a nuestra disposición. Ofrecieron alojamiento en domicilios particulares, se suspendieron las clases y ocupamos las escuelas. Lo mismo pasó con l
a casa de Cultura y salas en el Ayuntamiento, que fueron acondicionados para alojar alguno de los grupos que formamos. Fernando Esteban, alcalde de Sanchidrián, desde primeras horas de la mañana estaba esperando nuestra llegada, pendiente de todos los detalles y de que no faltase nada en la medida de lo posible. Desde el primer momento ya sabíamos que hoy se carecían de servicios adecuados para las duchas. Este problema se solucionó en parte en el hostal restaurante, el dueño facilitó los baños y duchas de las habitaciones para nuestro aseo. Lo mismo sucedió con domicilios particulares puestos a nuestra entera disposición para el habitual cambio de ropa diario.
-¡Vamos!, como en Mayorga…
-¡Por los coj…!
El alcalde Fernando Esteban y el teniente alcalde, Basilio Prados, se pusieron sus mejores galas. Con traje inmaculado, camisa blanca y corbata, en todo la jornada no se separaron ni un solo momento de nuestro lado. En el Ayuntamiento ondeaban las banderas de España y el pendón de Castilla. Luis, Camporrín, colocó la de Asturias junto a ellas. En la plaza corrió la sidra y los más pequeños del lugar lo pasaron en grande, porque al igual que todos los vecinos, fueron invitados a la fiesta. Todo lo que llegó de Asturias fue consumido, no sobró nada del cargamento y los compañeros de Avilés se fueron satisfechos por haber acertado con la fecha y el lugar para agasajarnos.
Los representantes municipales nos hablan de su pueblo sin cesar, de un libro de poesía que han publicado y que más tarde nos regalarán. El ayuntamiento de Sanchidrián es pequeño, con escasos recursos económicos, pero, con un corazón en todos sus vecinos que no les cabe en el pecho. La solidaridad de estas gentes llega hasta el extremo que aunque pobres en recursos monetarios, aún sacan para abonar el desayuno de toda la marcha de hierro.
Aunque la comida-merienda ha sido buena, la cena no se perdona. Hoy corre de nuestra cuenta su abono. A ella, asisten como invitados, como no podía ser menos, quienes representan a este solidario pueblo, el alcalde y el teniente de alcalde. Las conversaciones giran en torno a la cantidad de medios informativos que nos acompañan diariamente. Se nota que la capital de España está más cerca. En los postres, Basilio Esteban, nos deleita con una de las poesías publicadas en su libro al que ha titulado “Castilla”. En sus primeras estrofas dice así:
Reina y señora de España
pone al caballo su silla
luchando se hace Castilla
entre batallas y hazañas.
Madre de tantas regiones
que invadieron otras gentes
luchando con tus legiones
sabes llevar tus pendones
muy levantada la frente.
Como madre cariñosa
sufre tus desilusiones
pero es que eres tan hermosa
que aunque cavaran tu fosa
te sacarían canciones…
Mucho más leyó Basilio, el libro es su mayor orgullo y no tiene para menos. ¡Gracias, alcalde!
La romería, la fiesta, la cena, la solidaridad, el cariño de las gentes, el pueblo de Sanchidrián, todo, todo, hoy fue un día estupendo mira qué -¡hasta parece que no se han hecho curas!
Un corto paseo por el pueblo, la verdad que no hay mucho que ver y nos acercamos a las escuelas junto a la estación de RENFE, allí hay uno de los pocos bares para tomar algo y finalizar el día.
¡Rápido!, al saco de dormir, comienza El Larguero.
-¡Por los coj…!
El alcalde Fernando Esteban y el teniente alcalde, Basilio Prados, se pusieron sus mejores galas. Con traje inmaculado, camisa blanca y corbata, en todo la jornada no se separaron ni un solo momento de nuestro lado. En el Ayuntamiento ondeaban las banderas de España y el pendón de Castilla. Luis, Camporrín, colocó la de Asturias junto a ellas. En la plaza corrió la sidra y los más pequeños del lugar lo pasaron en grande, porque al igual que todos los vecinos, fueron invitados a la fiesta. Todo lo que llegó de Asturias fue consumido, no sobró nada del cargamento y los compañeros de Avilés se fueron satisfechos por haber acertado con la fecha y el lugar para agasajarnos.
Los representantes municipales nos hablan de su pueblo sin cesar, de un libro de poesía que han publicado y que más tarde nos regalarán. El ayuntamiento de Sanchidrián es pequeño, con escasos recursos económicos, pero, con un corazón en todos sus vecinos que no les cabe en el pecho. La solidaridad de estas gentes llega hasta el extremo que aunque pobres en recursos monetarios, aún sacan para abonar el desayuno de toda la marcha de hierro.
Aunque la comida-merienda ha sido buena, la cena no se perdona. Hoy corre de nuestra cuenta su abono. A ella, asisten como invitados, como no podía ser menos, quienes representan a este solidario pueblo, el alcalde y el teniente de alcalde. Las conversaciones giran en torno a la cantidad de medios informativos que nos acompañan diariamente. Se nota que la capital de España está más cerca. En los postres, Basilio Esteban, nos deleita con una de las poesías publicadas en su libro al que ha titulado “Castilla”. En sus primeras estrofas dice así:
Reina y señora de España
pone al caballo su silla
luchando se hace Castilla
entre batallas y hazañas.
Madre de tantas regiones
que invadieron otras gentes
luchando con tus legiones
sabes llevar tus pendones
muy levantada la frente.
Como madre cariñosa
sufre tus desilusiones
pero es que eres tan hermosa
que aunque cavaran tu fosa
te sacarían canciones…
Mucho más leyó Basilio, el libro es su mayor orgullo y no tiene para menos. ¡Gracias, alcalde!
La romería, la fiesta, la cena, la solidaridad, el cariño de las gentes, el pueblo de Sanchidrián, todo, todo, hoy fue un día estupendo mira qué -¡hasta parece que no se han hecho curas!
Un corto paseo por el pueblo, la verdad que no hay mucho que ver y nos acercamos a las escuelas junto a la estación de RENFE, allí hay uno de los pocos bares para tomar algo y finalizar el día.
¡Rápido!, al saco de dormir, comienza El Larguero.
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