Sanchidrián - Villacastín (22/10/92)

La adversa climatología convirtió la etapa del jueves 22 de octubre, en la más dura de todas las recorridas hasta la fecha. Por si fuera poco, el problema para el alojamiento, ha obligado a fijar el cuartel general en el polideportivo municipal de Villalba. Para el traslado se han vuelto a contratar autocares. Como una premonición la marcha de hierro entraba en Madrid, aunque solo fuese para dormir.
Las previsiones meteorológicas para las jornadas por la sierra madrileña han encendido la señal de alarma de los equipos sanitarios. Hay mucha gente caminando más con el corazón que con las piernas y muy mermados en sus fuerzas. El personal está muy tocado y su situación puede agravarse. Las heridas y lesiones de los primeros días están cicatrizadas. Ahora, los problemas físicos son más numerosos y de mayor gravedad. Estos problemas se definen en tendinitis, cansancios musculares, bronquitis y la reaparición de viejas lesiones. El servicio médico ha sido reforzado y creen estar preparados para atender las lesiones que se presenten al cambiar radicalmente el tiempo y aparecer los temporales de esta parte de Castilla, la más fría de España.
El ánimo no se resiente, todos quieren llegar a Madrid y nadie quiere quedarse fuera cuando está tan cerca el objetivo. Los compañeros de la columna siderúrgica hacen de tripas corazón, para sacar las exiguas fuerzas que les quedan, y pretenden con todo el ánimo del mundo estar en la capital de España el próximo lunes, junto a los compañeros vascos frente al ministerio de Industria.
Además del viento, el agua y el frío, hoy apareció la nieve para completar la jornada. Este nuevo ingrediente en la odisea obligó a que las capas verdes, los paraguas, -más bien inútiles- y las prendas de abrigo, volviesen a aparecer. El agua-nieve y las malas condiciones meteorológicas hicieron mucho mas penoso el caminar hasta Villacastín donde se llegó pasadas las cuatro de la tarde. Nos recibieron como medio millar de vecinos, entre los que no faltó el alcalde socialista, Gonzalo Moreno.
El excedente ingeniero de Ensidesa, Gabino de Lorenzo, volvió a poner su grano de arena. El mismo equipo de restauradores ovetenses que anteriormente nos preparó “el desarme” en Medina, se desplazó hasta la localidad de Villalba y guisaron la carne de los novillos que se estoquearon en la corrida de toros del día de La Pilarica en la ciudad de Oviedo. Como si adivinaran el tiempo tan malo que hizo, nos ofrecieron de primer plato una sopa de marisco de las que “resucitan a los muertos”. La carne de novillo ni que decir tiene que “estaba de muerte”.
No fue nada macabra la cena a pesar de las expresiones, al contrario, fue amena, distendida, y por si fuera poco, nos llevamos otra alegría cuando se nos comunica por el encargado de estos cocineros que tienen orden de preparar una gigantesca paella en Pozuelo de Alarcón, el día 26 lunes, coincidiendo con el final en Madrid. Para ese día, está dispuesto recorrer los últimos kilómetros a partir de las dos de la tarde.
Pese a que los cuerpos están sumamente machacados, no se muestra debilidad. Las bromas son constantes y saltan a cada instante. El humor y la moral es alta, aunque sea arrastrándose se llegará a Madrid. No hemos venido para pedir más dinero en nuestra jubilación o en nuestro sueldo. Nos mueve la solidaridad con los demás, pensamos en el futuro de nuestros hijos, de los hijos de nuestros vecinos, del tendero que tendrá que cerrar su pequeño negocio por falta de clientela. Por cada puesto de trabajo en Ensidesa, se calcula hay, al menos, otros seis o siete inducidos. Ciudades y pueblos viven de los altos hornos productores de acero, ahora en crisis, y que con la política de ajuste comunitaria, tendrán que cerrarse. ¿Qué pasará cuando estos empleos dejen de percibir salarios?. Nos hundiremos todos. No pedimos para nadie en concreto, en la reivindicación hay algo de romanticismo.
Con la protesta tratamos de hacer una llamada de auxilio a la opinión pública, nos quieren dejar Asturias como un solar y nuestra tierra se convertirá en una región exportadora de hombres, cuando en el pasado por la minería y la industria, el Principado acogió en su seno una gran inmigración. No queremos hundirnos, la organización de la protesta nos cuesta días de vacaciones o de descansos acumulados, y por supuesto, de un enorme esfuerzo físico para hombres que están acostumbrados al trabajo, no a los maratones.
Solo el tiempo nos dirá si el gesto ha servido para algo. Por el momento, las cosas siguen exactamente igual que en el día que iniciamos la ruta, sin aproximación alguna entre las partes: Gobierno y Sindicatos.
Con ser grave el enfrentamiento, las diferencias se agudizan en el momento en que la CSI decide mandar a Bruselas el plan que ha elaborado, antes de consensuarlo con los representantes de los trabajadores. Ni siquiera en el tratamiento de los excedentes hay un mínimo acuerdo. Los sindicatos exigen un trato similar al de reconversiones sucedidas últimamente, mientras que el Gobierno y la CSI ofrecen unas contraprestaciones considerablemente menores. La respuesta sindical, además de esta marcha de hierro, no se ha hecho esperar, convocatorias de huelga y manifestaciones se suceden por Avilés, Gijón y Oviedo. Las reuniones entre las partes han sido infructuosas, sin el más mínimo gesto de acercamiento en las posturas. La radicalización se veía venir y como único intento para hacer ceder al Gobierno, los trabajadores hemos decidido movilizarnos con el intento de lograr algo positivo. No apostamos por la resignación, sino por la lucha, pero en momentos de crisis como los que se viven actualmente, también apostamos por el diálogo como política general. Creemos que la situación exige un cambio de mentalidad y el esfuerzo de trabajadores y sindicatos debería ser acompañado por otro similar por parte de la Administración y de los empresarios privados.
A las diez y media de la noche ya se puede ocupar el pabellón deportivo de Collado-Villalba. Unas magníficas instalaciones, envidiables en todos los sentidos. Hemos tenido que esperar a que se cumplieran los compromisos deportivos que estaban programados. A las autoridades municipales no les hemos dado tiempo material para hacer otra programación, es igual, estamos de acuerdo con el horario, peor hubiera sido tener que quedarse en la calle. El próximo sábado, que volveremos a ocupar estas instalaciones, ya será otra cosa, además estamos invitados a presenciar el encuentro de baloncesto a las 20:30 horas, que enfrenta al equipo local Collado-Villalba y al Cajasur de Ronda. Ni que decir tiene que estaremos a favor de nuestros anfitriones. Lo sentimos por el Cajasur.
Nada tiene que ver la climatología que hemos dejado en Villacastín con la que hay en Villalba. Aquí, en esta entrada hacia la capital de España, la temperatura es agradable, sobre unos 14º a las once de la noche, que no está nada mal. Pronto la gente se recoge, hay que madrugar para volver al punto de partida en Villacastín y hacer el recorrido que finaliza en El Espinar, muy cerca de San Rafael, una de las localidades más emblemáticas de esta parte de la sierra segoviana.
-Sito, ¿qué tal?
-Fenómeno JR. ¿Hoy, no oyes la radio?
-La tengo bajo la oreja, ya suena la sintonía de El Larguero
-Hasta mañana
-Mejor, ¡hasta luego!.

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