Villalba - Pozuelo de Alarcón (25/10/92)

Pozuelo de Alarcón, poco más de quince kilómetros y final de la odisea.
Una treintena de kilómetros se recorrieron en volandas para llegar a la localidad madrileña desde Villalba. Unos kilómetros deseados por la mayoría desde el lejano 9 de octubre, no en vano se esperaba esta fecha del domingo 25 de octubre para reunirse con la columna vasca que había partido desde su comunidad al mismo tiempo que nosotros. Llegamos primero, bastante temprano, da tiempo a acomodarse en los polideportivos preparados por el ayuntamiento y asearse antes de recibir a los compañeros vascos. Los militantes de la USO, hemos tenido que separarnos del resto de compañeros hacia un pequeño pabellón de deportes en el centro de un parque con frondosa arboleda que agradecemos después de no ver muchos árboles por la meseta castellana. El motivo de la separación no es otro que la falta de espacio en los otros centros para albergar tanta gente.
Cuando la columna vasca llegó a Pozuelo de Alarcón, lo hicieron, al igual que sucedió con nosotros horas antes, en olor de multitudes. Sonó la gaita y hasta hubo orquesta, el “Axuntábense” salió de las gargantas con más fuerza que nunca. Más tarde se pasó al “Santa Bárbara bendita”, “Se oye sonar una gaita” y todo tipo de manifestación del folklore asturiano en forma de cancionero. En los aledaños corría la sidra, los escanciadores no daban abasto y la alegría era contagiosa. Alguna lágrima brotó empapando las mejillas de los hombres con el rostro curtido por el aire, el frío, la lluvia, y en nuestro caso, hasta el granizo y la nieve.
Al contrario que en las últimas jornadas, hoy hace un día agradable y una buena temperatura. Lució el sol por las cuidadas carreteras que bordean la entrada de Madrid, y los cuerpos agradecieron este cambio, el castigo de los kilómetros apenas se notó, no hubo abandonos y las curas fueron las normales, las de todos los días.
Según hemos observado, los vascos tienen peor intendencia y esto lo han notado en las últimas etapas. Parece ser, vienen en bastantes peores condiciones que nuestra columna. La intendencia no estuvo muy bien coordinada y la disciplina tampoco fue muy aceptada por parte de alguno. No obstante, el encuentro de ambos grupos, asturianos y vascos, parece animar a unos y otros y al poco de estar juntos ya nos mezclamos por todo el pueblo una vez aseados. Las ikurriñas ondean junto a nuestras banderas azules con la Cruz de la Victoria, símbolo de nuestro Principado, formando un mosaico de colores en movimiento allá por donde estamos. Nadie abandona su enseña y hasta hay algún intercambio que otro. Hoy, hemos vuelto a lucir sobre nuestro pecho las pegatinas de la marcha de hierro “Madrid… Una etapa. La siderurgia ¡nuestra meta!”
El día ayuda y entre todos reina la alegría. Las charangas y grupos orquestales animan y hacen olvidarse de las duras jornadas vividas a lo largo de los días de marcha. Las lesiones también pasan a otro apartado, sólo 15 kilómetros y conclusión... Mañana se parte después de la comida de mediodía, no hay prisa por acostarse, se trasnocha, y por consiguiente me pierdo, por primera vez en muchos días, El Larguero. Si despierto, todavía estoy a tiempo de oírlo a las cuatro y media de la madrugada, a esa hora lo repiten.
A mis manos llega el trabajo que compuso mi amigo, el monologuista langreano, Pandiella. El título casi lo dice todo: “Pan y trabajo es todo lo que pedimos”, en su principio dice…

A la marcha compañeros
a la marcha hay que apoyar,
para defender Asturias
la quieren liquidar

Pandiella, más adelante, pide que Asturias no sea humillada…

Despertad ya compañeros
que no nos humillen más
hay que devolver a Asturias
su pisada dignidad


Y concluye su trabajo con…

Vamos a llegar a Madrid,
y a Bruselas si es preciso
debemos sacrificarnos,
por el pan de nuestros hijos.
Aquí se acaba la gesta
de estos valientes de hierro
que ofrecen su sacrificio
por el honor de su pueblo.


Como antes he comentado, el encuentro puso de manifiesto las diferencias organizativas de los dos grupos. Nosotros, como es costumbre, cuando llegamos al lugar de alojamiento tenemos todo preparado, en el caso de la USO, Víctor y su equipo cumplen perfectamente con su cometido. Las colchonetas, las mantas, y la bolsa de cada uno en la cabecera, coincidiendo en la numeración otorgada a cada uno de nosotros cuando se entregó el material. Los vascos, por el contrario, se tienen que preparar ellos mismos sus camas y recoger diariamente sus pertenencias del camión que las transporta.
Los alcaldes socialistas de Corvera y Castrillón, se sumaron por enésima vez a la marcha de hierro. Recorrieron en su totalidad la etapa de ayer y la de hoy, a pesar que a pocos kilómetros de donde nos encontramos, Felipe González festejaba con los militantes socialistas los diez años de gobierno. Los alcaldes asturianos coincidieron en sus manifestaciones:
-Fue fácil la elección, hay que estar al lado de quienes defienden el porvenir de la industria en nuestra comarca.
Antón Martín Benítez, presentador y director del telediario nocturno en TVE, se sumó a la marcha con sus dos hijos. Paseaba en bicicleta por las afueras de Pozuelo y cuando nos cruzamos, se incorporó a la columna expresando el deseo de que la movilización –“sea para bien”.
En el transcurso de la marcha de hierro ha habido tiempo para casi todo, hasta para componer letras de toda índole. Una de estas composiciones, creo la hizo uno de los integrantes del Grupo de Montaña Ensidesa, entre otras estrofas, en alusión hacia el Ejecutivo dice…

“Santina de Covadonga,
ya te recé con fervor
que quites este Gobierno
y pongas otro mejor”


Después de Madrid seguro que tendremos que seguir luchando. Vemos la perspectiva como antes, pero, hemos elevado la conciencia general de los trabajadores asturianos y se ha planteado a la opinión pública el problema.
Mañana concluirá una movilización de 18 días que se vio acompañada por numerosos actos de protesta en los centros de trabajo. A la manifestación final acudirán los dirigentes de los sindicatos convocantes, así como los secretarios generales de las federaciones del Metal. Previamente al inicio del recorrido, degustaremos una monumental paella, para más de mil personas, preparada por la Asociación de Hosteleros de Oviedo y el Ayuntamiento de la ciudad. Otra más del ingeniero asturiano. Gabino vuelve a estar al lado de sus compañeros siderúrgicos.
Además de la comida, como aperitivo ya se conoce que correrá la sidra, y no faltaran ninguno de los productos típicamente asturianos que se consumen en estas ocasiones.

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