El principio

-Carlos, -dos de sidra
-¿Queréis algo de picar?
-Claro, después de la mojadura hay que entonar el cadáver, algunos ya no estamos para muchos trotes.
-¿Algo en especial?
-No, un poco de lacón y unos chipirones fritos
Son más de las tres de la tarde. Un miércoles 25 de septiembre de 1991 en una sidrería de Villalegre-Avilés. Los trabajadores que hemos secundado el paro de cuatro horas en la factoría de Ensidesa intentamos recuperarnos. Nos hemos mojado de lo lindo en la manifestación que a las doce del mediodía partió desde las instalaciones de la empresa siderúrgica en Avilés, hasta la plaza del Ayuntamiento de la villa, rechazando el plan de regulación de empleo que a propuesto el holding y en defensa de la reindustrialización de la comarca avilesina.
El recorrido ha sido de poco más de tres kilómetros en medio de un pertinaz aguacero. Cada uno de nosotros se pertrechó con todo tipo de atuendo para hacer más llevadera la caminata. Víctor Manuel Álvarez León, alcalde de Corvera, lució un modelito de sombrilla de color blanco, con publicidad de un lago, creo que era el de Banyolas, la grabación no debía de ser demasiado buena y los colores se difuminaron con el aguacero.
Sorteando los charcos, al paso por los hornos altos de la factoría, para animar a los compañeros que nos esperaban tras el slogan de ¡Ensidesa se salva luchando! Se les advertía:
-Adelante compañeros, ¡hay que mojarse!
No hizo falta mucha insistencia, todos se engancharon al autobús humano.
-Pero..., ¿acaso pensabais que ibais a estar solos?.
A la entrada de Avilés entonamos el “Asturias patria querida”, para, a continuación retomar eslóganes en contra de las manifestaciones hechas desde el gobierno por Solchaga y García Hermoso.
Las miles de personas que nos concentramos en el Parche, escuchamos atentamente el comunicado del comité de fábrica y los testimonios de solidaridad de distintos colectivos sociales. Se rechazó el proyecto considerado como irresponsable de la empresa, que estaba creando entre todo el colectivo de trabajadores un clima laboral insostenible.
Para concluir con la manifestación, a la que se incorporaron miembros de las Corporaciones de Avilés y Corvera, se entonó el himno asturiano. Y que conste que no llovió por como cantábamos, porque Salinero, presidente del comité de fábrica, además de un buen sindicalista, es un excelente intérprete y con un repertorio amplio del cancionero actual.
Para el viernes siguiente, queda convocada una jornada de paro de 24 horas y próximamente, pueden proseguir nuevas movilizaciones y manifestaciones en señal de protesta contra el plan fijado por los responsables del holding siderúrgico, ya que en el comité de empresa, se seguirán convocando movilizaciones en los términos que se consideren necesarios.
-Bueno, no nos podemos quejar. Después de todo y a pesar del tiempo nefasto de lluvia, la gente se está concienciando y acude a nuestra llamada.
-Joder, ya era hora, es que para sacar a los oficinistas y administrativos, la verdad... ¡cuesta un güevu!
-Hombre!, hoy estuvieron bien. Por lo menos se vieron caras nuevas y no las de siempre, y eso se notó mucho en la plaza del ayuntamiento. Hacia tiempo que no se concentraba tanta gente, estaba a rebosar y lo mejor, que no hubo ni el más mínimo incidente.
Estos son los comentarios entre varios de los compañeros que pertenecemos al comité de fábrica. Hay de todas las fuerzas representadas. Es asiduo que los viernes, tras la jornada laboral, coincidamos para tomar unos culetes de sidra. No hablamos de política ni mucho menos de movimientos sindicales, hoy es diferente.
La convocatoria de paro fue un éxito y los productores acudimos a la protesta masivamente. Desde el inicio en Oficinas Centrales, en el interior de la factoría hasta que se transitaba por las calles de Avilés, en todo el camino se fue incrementando el grupo hasta colapsar en toda su extensión la plaza del Parche, frente a la Consistorial.
Hacia mucho, muchísimo tiempo, que yo no veía tanta asistencia en una convocatoria del comité de fábrica. Es por eso, aunque el problema aún está en sus inicios, que nos sentimos satisfechos y nos anima en nuestra lucha sindical. Era una pena cuando por otras cuestiones, que siempre afectaron a los trabajadores, en la plaza del ayuntamiento avilesino siempre se veían las mismas caras. En muchas de estas convocatorias la moral sufría bastante deterioro, se venía abajo, y las fuerzas comenzaban a flaquear por no poder, o no saber, concienciar a la gente de que el problema era demasiado gordo para pasarlo por alto. Hoy a sido diferente, parece que el personal se va dando cuenta de la situación que se nos avecina y va tomando posiciones. Confiemos en que pronto se solucione y no se tengan que tomar acciones más drásticas. Nuestros puestos de trabajo peligran y hay que luchar por ellos, es el pan y el futuro de nuestros hijos lo que nos estamos jugando además del bienestar de toda la comarca avilesina.
Entre los problemas del transporte, la minería, la construcción, la agricultura, la ganadería, la pesca y tantos y tantos otros trabajos, la destrucción de empleo marcha por unos caminos imparables y eso, que tenemos un Gobierno socialista. ¿No habrá alguna forma de solución?. Esperemos que sí. En ello tenemos que confiar, aunque para lograrlo tengamos que salir a la calle como en el día de hoy, bajo la lluvia, el frío, la nieve o como sea necesario. Quedándonos en casa no se logrará nada y menos aún si no existe unión entre todo el colectivo de trabajadores. Esta unión hoy se ha sentido, se ha notado, y este es el camino para que continúe, nos esperan momentos muy duros y difíciles. Según las pretensiones del INI para la industria pesada, a los trabajadores siderometalúrgicos se nos presenta un futuro muy negro…
-Hasta luego.
-Nos vemos en el comité.
-Adiós.

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